Tzompantli era un altar en forma de bastidor donde se montaban ante la vista pública un conjunto de cráneos con el fin de honrar a los dioses. Es una estructura que se cree que derivaba de la práctica entre los antiguos mesoamericanos de decapitar a las víctimas de los sacrificios humanos y conservar sus cráneos en una especie de empalizada de madera para su exhibición pública.
Las víctimas sacrificadas no sólo eran guerreros cautivos de guerra sino que también podían elegirse esclavos u otras víctimas escogidas especialmente para determinadas celebraciones. Se utilizaba una especie de empalizada o tarima sobre la que se colocaban insertadas las cabezas o cráneos después de hacerles un agujero. Existen muchos tzompantlis documentados en toda Mesoamérica, y van desde el período Clásico medio (c. 600–900) hasta el Posclásico temprano (c. 900-1250).3 En 2017, los arqueólogos anunciaron el descubrimiento del conocido como Huey Tzompantli, con más de 650 cráneos, en la zona arqueológica del Templo Mayor en Ciudad de México. ?Bueno saberlo, no?

